La palabra poesía...

lunes, 25 de marzo de 2024

EL BESO

Los labios bañados 
por la única 
gota de agua

salobre
 
mineralizada 
en los poros 
jadeando 

en fuga
 
tras rocas 
prehistóricas 
que sellen
 
para siempre
 
la caverna 
que es tu boca
 
oscura 
húmeda 
profunda
 
que conduce
 
al centro 
de mi universo
 
volcado
 
de placer.

Lilia Ferrer-Morillo

domingo, 10 de marzo de 2024

Feministas populares, migrantas y de la Diáspora

Nosotras, las migrantas, negras, originarias, empobrecidas, desplazadas, refugiadas, perseguidas, sometidas a trata, acosadas, clandestinas, cuidadoras, limpiaculos,  las extranjeras, 

Nosotras, apátridas en el propio suelo que nos ha parido, que nos arranca y arroja, lejos de casa, en las fauces mismas del tiburón, 

Nosotras, las de las villas y sus miserias, desigualadas para el sistema, analfabetas, aún con títulos y cada apostilla pasada por las narices de la haya y las burocracias diseñadas para restar valor si los sellos húmedos no vienen del norte global, 

Nosotras, sudakas, del sur infrahumanizado, patio trasero, borradas del canon y sus ínfulas de estéticas y moralidad supremacista, blancocéntricas, heteropatriarcales y regidas por el capitalismo mesiánico global,  

Nosotras, racializadas,  las perfiladas con tecnologías policiales biométricas que escanean nuestros huesos y genealogías hasta dar con el adn mitocondrial que nos geolocalice en el sur del sur de las periferias globales y sus cicatrices coloniales, 

Nosotras, las extranjeras, las del voto condicionado y el aborto clandestino, situadas fuera de las estadísticas que nos cuentan el día después de mañana, en  crónicas de la mediática que se las juega al mejor postor,  instantánea, alevosa y sangrienta,  que nos criminaliza aún después de muertas, 

Nosotrxs, exiliadas por amenazas de arrancarnos por la fuerza nuestra identidad de género autopercibido. Devolvernos no es opción cuando  la identidad y dignidad corren grave peligro, 

Nosotras,  las que sostenemos y damos rentabilidad al mercado inmobiliario que se lucra con nuestro trabajo, nuestro sudor, nuestras ausencias del hogar propio. Mercado inmobiliario asimétrico que desregula hacia arriba y esclaviza hacia abajo,

Nosotras, diaspóricas, desplazadas, condenadas al desarraigo por el sistema que nos obliga a movernos siempre y desafectarnos de los orígenes y de nuestra esencia comunitaria y consanguínea y hacernos parias, nómades y errantes en la misma tierra, 

Nosotras, laburantes  inferiorizadas y precarizadas, dispuestas en condiciones laborales de subalternidad y cuidado de los otros, acusadas de planeras aunque nuestra jornada lleve doce horas con derecho a cama pero no a sueldo digno, 

Nosotras, migrantas, refugiadas, apátridas, de la Matria Grande, orgullosas feministas de las resistencias y revoluciones históricas, contrahegemónicas, plurinacionales, diversas, luchadoras incansables, nosotras: 

Mañana paramos para demostrar que, si bajamos los brazos, ¡el norte global se cae a pedazos!

Lilia Ferrer-Morillo 

Fot.: ©Comunidad Antirracista de Argentina, 8 de marzo de 2024

domingo, 3 de marzo de 2024

JUEGOS DE DOMINGO CON LA IA


Le ordené 
un dibujo a medida, de esos que no destilan óleos ni precisan de lienzos ni de los cinco años, o toda una vida dedicada en algún taller de artes. Un dibujo instantáneo y situado le pedí.

El centro, aquella vieja casa cercana a cualquier plaza de república, con sus paredes cubiertas de cal cicatrizada y, eso sí, abrazada por cientos, no, miles de mandevillas amarillas. 

Y vos al frente de aquella casa blanca cuya dimensión, a contramano de mi milimétrica memoria,  resultó más grande que el recuerdo artificioso que la imaginación dictaba.

Te hizo flaco y calvo, como le pedí, saciando las  gargantas de tus hijas  amarillas con el líquido vital desparramado en las orillas.

Y ese atardeamanecer que no alcanzo a desentrañar. 

Y las mandevillas trastocadas en sus raíces y cuerpos. Casi que se subvierten en baobabs las pequeñas niñas.

La IA nada sabe de mandevillas amarillas.

O el chat no atiende lo que la poesía grita.

Lilia Ferrer-Morillo

EL BESO

Los labios bañados  por la única  gota de agua salobre   mineralizada  en los poros  jadeando  en fuga   tras rocas  prehistóric...