La palabra poesía...

lunes, 30 de mayo de 2022

Un día

 

Segun Aiyesan, Nigeria

dos
ciento ochenta y más
vamos sorbiéndonos, creciéndonos
siendo millones, siendo dos y
de vuelta, siendo legiones
siendo una, siendo dos...




y entonces
el miedo se nos espanta
del cuerpo
de las entrañas,

huye despavorido del cielo de la boca
se resbala el pobre miedo
por las escalinatas precámbricas de la espalda

nos eleva desde la tierra,
desde el limbo y se hace suelo
se hace barro, se hace tierra

se hace grito
que no es más miedo
por las luchas desbordadas
desprendidas del cuerpo

ya con alas
y sus vientos
vertidos
eternizados
en cuerpos totémicos

de los abajos
y sus adentros
sorbiendo miedos
que naufragan

y van a morir
para siempre
en los acantilados
de tu voz.

Lilia Ferrer Morillo

martes, 24 de mayo de 2022

CRUZ DE LAMPEDUSA



Cruz de Lampedusa
que en tu madero cargas el peso
de nuestro corazón herido.

¡Oh sagrada Cruz de los perdidos!
sólo tú con tu espíritu náufrago,
con tus pies secos
y tu corazón mojado.



Tú, abrazada a treinta y tres mil
almas moras
traídas de otros credos
anhelantes de mil sueños
obligadas a cruzar el mar prohibido.

Cruz erguida
con tu cuerpo de patera
tu corazón de cayuco
con tu viacrucis a cuestas.

Cruz viajera
que peregrinas los pasos perdidos
de los caídos en Lampedusa,
los ahogados en el grito.

Cruz extranjera, migrante y negra
Cruz de los criminalizados en el olvido,
¡Oh cruz de palo náufrago!
que en Europa santificas a los no venidos.

Cruz negra que en algún museo
culminas tu glorioso recorrido,
no te olvides de nosotros
por favor
¡yo te lo pido!

Lilia Ferrer-Morillo
[Tributo a las más de 360 víctimas que el 3 de octubre de 2013 
perdieron la vida en aquél trágico naufragio de una embarcación 
que salió de Misrata, Libia y se fue a morir para siempre 
en la más grande fosa común a cielo abierto que se haya conocido, 
el Mediterráneo]

sábado, 21 de mayo de 2022

SOY



El reflejo más húmedo
de mí-misma
deslizándome en mi propia lágrima,

Soy
transparencia acuosa
fijada en el ápice
del rocío que no cesa,





Soy
gota de recuerdo
atrapada en un único granizo
y todas sus lluvias congeladas
por los siglos de los siglos,

Soy
el agua muerta
de un mar que no respira
que yace erguidamente líquido
sin evaporarse en el jamás,

Soy
sal fosilizada
en tu hipodermis desnuda
resucitada en el acervo líquido
de influjos acuosos
a punto de estallar,

Soy
agua de mar
riachuelos y saltos
alimentados de lloviznas
que terminan en tempestad,

Soy
el estado más líquido
de los días
sin fin y sin forma,
como Ítaca, toda caminos
anhelando libertad.
Lilia Ferrer-Morillo

ENIGMA


Cabeza de Bronce de Ife; siglo XII-XV; latón;
Museo Británico (Londres)
Que quién soy me dices
soy Yèyémòólú
convertida en antófila viajera
soy el pozo de la rosa
también ventisca de arenas
desciendo de piedras prehistóricas
rompo goznes embrujados
de tinglados y corrales
Yo exorcizo la Conquema.

Que quién soy me dices
soy mano mineralizada
desde el otro lado del espejo
Soy la Àtìbà, la más vieja
soy la piedra de granito
esperando hasta que vuelvas.






Que quién soy me dices
Soy la bisagra en el muro
Soy trinchera, soy la piedra
Soy puente antiguo que se sostiene
con huesos que duermen
con huesos que esperan.

Lilia Ferrer-Morillo

martes, 17 de mayo de 2022

HIBERNACIÓN FRUTAL


Hibernating woman, Pinterest (2020)
Sexo-sentido hibernando
como semilla de tomate
sumergida para siempre
en el pericarpio carnoso
de mis deseos náufragos
que penden
como baya mutante





negruzca
jugosa
carnosa
acuosa
oblonga
alineada en mi chacra sacral
chamuscada de placer.

Lilia Ferrer-Morillo

lunes, 16 de mayo de 2022

QUILOMBO

Negros dançando. Pintura de Zacharias Wagener

Del quilombo prostíbulo, barullo y desorden, gresca y andurrial que registra la Academia Española de la Lengua, me remontaré al término insumiso y bantú del África negra, de la madre África, expresada en resistencia en los palenques y cumbes que preñaron la negritud de la América toda.


Kilombo cimarrón divorciado por derecho del lunfardo tirano que prostituye a la negra, con sus caderas y tetas más negras que la noche, de las que mana leche blanca y buena.

Quilombo traído en tumbeiros, ataúdes de negros, cazados y diezmados, en diáspora obligada, en resistencia siempre.

Y la América india se cargó de colores, antonimia de fusiones y ritmos, de percusión y tambores, de otros dioses y oraciones, de otras lenguas y sabores.

Kilombo, palenque y cumbe, como el de la serranía coriana, también como el de Bobures, hito como tantos otros extendidos desde San Lorenzo de los Negros, Palenque de los indios, Malambó y Guinea, Barlovento y La Chapa hasta el Quilombo dos Palmares. Y segura que, al sur, más al sur, donde la negritud aun resiste.

Que la palabra quilombo no sea más lío ni desorden, ni andurrial ni prostíbulo, ni gresca, tampoco barullo. Que sea símbolo de resistencia, pervivencia y lucha, bandera de Igualdad y Justicia, de reparación y de seguir.

Lilia Ferrer Morillo


sábado, 7 de mayo de 2022

ENIGMA

Que quién soy me dices

soy Yeyemoolú
convertida en antófila viajera
soy el pozo de la rosa
también ventisca de arenas
desciendo de piedras prehistóricas
rompo goznes embrujados
de tinglados y corrales
Yo exorcizo la conquema.


Que quién soy me dices
soy mano mineralizada
desde el otro lado del espejo
Soy la Átiba, la más vieja
soy la piedra de granito
esperando hasta que vuelvas.

Que quién soy me dices
Soy la bisagra en el muro
Soy trinchera, soy la piedra
Soy puente antiguo que se sostiene
con huesos que duermen
con huesos que esperan.

Lilia Ferrer-Morillo

miércoles, 4 de mayo de 2022

MUJER DE BARRO


Un todo dentro de otro todo
bajareque que se sostiene atado a la tierra
con bejucos abrazados que drenan sus mieles,
que tienden brazos sinuosos
que resisten las varillas del tiempo.

Ser del barro
sin adentro, sin afuera
plantación de barro
carnaval del barro
cuerpo de barro
sostenido por el barro que la alimenta.



Memorias del barro
casa que no será jamás casa arrasada
ni casa muerte, ni casa ausente
que emerge una y todas las veces
por los signos de los signos
del barro y las manos que la levantan.
Ojos de barro
atinajados que destilan
aguas embrionarias
originarias de la montaña grande pok diu
en su cruce mítico con congos y loangos
todos del barro
ni de adentro, ni de afuera.
Mujer de barro
sedimentada en las arcillas
de piedras prehistóricas que corren
en desbandadas desde la cumbre paraguariba
hasta refrescarse en la represa del Isiro
y ser liberada en el azul del inmenso caribe.
Casa y mujer de barro.
Una casa de barro que cae
es la tierra que sabe de calor ausente,
del calor humano que sostiene el bajareque
sin el cual el barro se repliega
vuelve a la tierra y yace dormido
como los huesos que con ella se funden
hasta el siguiente despertar
en nuevas generaciones de bajareques.
Lilia Ferrer Morillo

EL BESO

Los labios bañados  por la única  gota de agua salobre   mineralizada  en los poros  jadeando  en fuga   tras rocas  prehistóric...