La palabra poesía...

miércoles, 5 de octubre de 2022

MANIGUA



Cuando la manigua se te hace sangre
se te hace carne 
y dispara sus dardos trashumantes 
hasta extraviarte para siempre 
en el abismo del Darién.




Cuando la manigua se te hace cumbre 
y se te hace aguas del trópico 
partiéndose fractalizadas 
en montañas impenetrables 
con bosques que se te cierran 
apenas y pasan los cuerpos 
entre las hendiduras de los pies.

Cuando la manigua es tu vecina
tu propia hermana
comparte tu código genético
no te es ajena
escuchas su llanto de velorio 
de las tres interminables de la tarde 
que se niega a morir.

Cuando la manigua asalta tu barrio
tu propio acento
el lambdacismo 
que ahora te nombra
que te encuentra 
en el pico tenebroso 
de la montaña 
que jopea tu estirpe
que ríe llorando 
el lamento 
de la historia 
que te trajo aquí.

Cuando la manigua tiene tu rostro
y el de tus hijas, tu propia estirpe
la del abuelo que aró la tierra 
que no fue suya, ni de su madre
ni de tus nietas
de otras maniguas
tantas maniguas
las del ayer.

Cuando la manigua te encuentra
la reconoces
ella te sabe, sabe tus tiempos
no es nigromante
y no adivina
y la conjuras
pero te encuentra
la muy manigua
es de tu estirpe
tiene tu sangre
la que se escurre
se petrifica 
y se adormece 
ahora y siempre
en el Darién.

Lilia Ferrer Morillo

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