¿Puedes ablandar la piedra?
¡No puedes!
¡Sólo se rompe en pedazos la piedra!
Y desparrama la memoria
que lleva dentro
y cuenta quién la lanzó
y qué tan lejos llegó
quién la moldeó y esculpió
removió las entrañas
y la ritualizó.
Quién la apartó del camino
o simplemente la esquivó.
Tienen memoria las piedras.
Aquellas en forma de gigantes huevos prehistóricos
con antiguas memorias
que nos son ajenas.
Hasta que el carbón reescribe en silencio quién las recorrió
cuántos escarabajos depositaron larvas en sus profundidades
quién construyó y enterró los propios huesos
en cada piedra de todos los caminos.
Tienen memoria las piedras.
Y añoran las gotas
que habitan las cavernas y ríos subterráneos
con sus techos intransitados de cientos de miles de cuchillas salobres
Pendiendo como espadas de Damocles que apuntan directamente a la memoria partida en pedazos de cada piedra que no se ablanda.
Tienen memoria las piedras.
Lilia Ferrer-Morillo