La palabra poesía...

jueves, 12 de diciembre de 2024

TENGO CICATRICES DE RISAS EN LA ESPALDA

Tengo la palabra en carne viva.

De mi cuerpo flamean llamaradas
que se sospechan expresiones mínimas de sentido.

Piel descarnada secretando el último aliento de una legión de risas marcadas con hierro candente el 25 de julio de 1511 antes del nacimiento de las penúltimas crías de las potrancas, becerras y borregas de don hernán cortés de monroy y pizarro altamirano.

Tengo cicatrices de risas en la espalda.

Marcas de fuego destilando la carimba que yerra mi cara.

Un abecedario pretérito de latinazgos van encriptando mi cuerpo según cambie de mano.

En el ocaso de viejos tiempos
letras enmohecidas en mi piel precisan de un ejército de paleógrafos que descifren la carimba minúscula encadenada que no la entiende ni luzbel.

Tengo una carimba de cobre en las profundidades de mi sexo.

Un río de sangre  nace en los vientres ultrajados con yerros que han resistido la herrumbre de cinco centurias de crueldad.

Tengo cicatrices de risas en la espalda.

Corre, corre

¡vuela!

Peter azotado.

En la espalda una carta en carne viva encripta la carimba encadenada que no la entiende ni luzbel.

Lilia Ferrer-Morillo 

***

✨️El título del poema es un recordatorio del “Manifiesto (hablo por mi diferencia)” de Pedro Lemebel. Texto leído en un acto político de 1986, durante la cruenta dictadura de Augusto Pinochet.

✨️El poema honra la memoria de sobrevivientes de la trata esclavista colonial. Honor a cada Gordon [Peter Azotado] de la historia silenciada de Abya Yala.

jueves, 22 de agosto de 2024

TIENEN MEMORIA LAS PIEDRAS

¿Puedes ablandar la piedra?
¡No puedes!
¡Sólo se rompe en pedazos la piedra!

Y desparrama la memoria
que lleva dentro
y cuenta quién la lanzó
y qué tan lejos llegó
quién la moldeó y esculpió
removió las entrañas
y la ritualizó.

Quién la apartó del camino
o simplemente la esquivó.

Tienen memoria las piedras.

Aquellas en forma de gigantes huevos prehistóricos 
con antiguas memorias
que nos son ajenas.

Hasta que el carbón reescribe en silencio quién las recorrió
cuántos escarabajos depositaron larvas en sus profundidades
quién construyó y enterró los propios huesos
en cada piedra de todos los caminos.

Tienen memoria las piedras.

Y añoran las  gotas
que habitan las cavernas y ríos subterráneos 
con sus techos intransitados de cientos de miles de cuchillas salobres 

Pendiendo como espadas de Damocles que apuntan directamente a la memoria partida en pedazos  de cada piedra que no se ablanda.

Tienen memoria las piedras.

Lilia Ferrer-Morillo

TENGO CICATRICES DE RISAS EN LA ESPALDA

Tengo la palabra en carne viva. De mi cuerpo flamean llamaradas que se sospechan expresiones mínimas de sentido. Piel descarnada...